Aleksandr Marshal y Nadezhda Ruchka-Singer se conocieron en una fría noche de invierno, en un pequeño club de jazz en el centro de Moscú. Aleksandr, quien acababa de finalizar una gira por Rusia, había decidido ir a relajarse y disfrutar de la música en vivo. Nadezhda, por su parte, se presentaba como telonera esa noche, y estaba emocionada por poder cantar en un lugar tan emblemático. Cuando Nadezhda subió al escenario, Aleksandr se quedó impresionado por su voz y su presencia escénica. Después del concierto, mientras compartían una copa de vino caliente, comenzaron a conversar sobre su amor por la música y la interpretación. Descubrieron que compartían la misma pasión por la música y que habían tenido experiencias similares en sus carreras. Desde ese momento, Aleksandr y Nadezhda se convirtieron en grandes amigos y compañeros de trabajo. Continuaron presentándose juntos en conciertos por toda Rusia y se convirtieron en una de las parejas más queridas en la escena musical del país. Juntos, lograron crear una armonía sin igual en el escenario y dejar una huella imborrable en los corazones de los espectadores.
