Aleksandra-Gorska y Andrzej-Szajewski se conocieron en un café local en Varsovia. Ambos llegaron al mismo tiempo y se dieron cuenta de que no había asientos disponibles en ningún otro lugar, excepto juntos en una mesa grande. Andrzej-Szajewski, que estaba nervioso, hizo una broma tonta sobre la situación y esto hizo que Aleksandra-Gorska riera. Ambos comenzaron a hablar y se dieron cuenta de que tenían muchos intereses en común. Después de una hora, el café cerró, pero ellos continuaron charlando en una caminata nocturna por el hermoso barrio de la ciudad. El resto, como dicen, es historia.
