Bruce Porter y Alessia Fabiani se conocieron en una cafetería en el centro de Madrid. Bruce estaba sentado en una mesa en la esquina, trabajando en su portátil, mientras Alessia entraba en la cafetería buscando un lugar para sentarse y disfrutar de un café. Después de mirar alrededor y darse cuenta de que todas las mesas estaban ocupadas, Alessia decidió acercarse a Bruce para pedirle que compartiera su mesa con ella. Bruce pensó que sería educado aceptar a Alessia en su mesa y así comenzó la conversación. Después de un rato, se dieron cuenta de que tenían un gran interés en común: los viajes. Ambos habían recorrido el mundo y tenían muchas historias para compartir. La conversación fluyó y se prolongó durante horas, y antes de darse cuenta, ambos se habían convertido en amigos. Desde entonces, Bruce y Alessia han viajado juntos y han compartido muchas aventuras juntos. Todo fue gracias a un pequeño acto de gentileza en una cafetería.
