Luigi-panarelli y Alessia-mancini se conocieron en una cafetería mientras esperaban sus pedidos. La camarera se confundió de mesa y les sirvió la misma bebida. Los dos se miraron y sonrieron. Luigi-panarelli decidió dar el primer paso e invitó a Alessia-mancini a compartir la bebida con él. Comenzaron a hablar y descubrieron que tenían muchas cosas en común, como su amor por la música clásica y la literatura. Luigi-panarelli le preguntó si le gustaría escuchar una pieza de piano que él compuso y Alessia-mancini aceptó con entusiasmo. Fue entonces cuando Luigi-panarelli tomó el piano que estaba en la cafetería y comenzó a tocar una hermosa melodía. Alessia-mancini quedó impresionada por la habilidad de Luigi-panarelli y desde ese momento supo que estaba destinada a ser su compañera.
