Alessia y Pietro se conocieron en una noche de verano en la playa. Estaban ambos disfrutando de un tranquilo paseo cuando se dieron cuenta de que estaban caminando el uno hacia el otro. Al mirarse a los ojos sintieron una atracción intensa y decidieron sentarse juntos en la arena. Durante horas conversaron sobre sus pasiones, sus sueños y sus miedos. Descubrieron que compartían muchos intereses y sentimientos, lo que les hizo sentirse cada vez más atraídos el uno por el otro. Finalmente, cuando la noche ya había avanzado bastante, se despidieron con un abrazo tímido pero lleno de promesas. Desde entonces no han dejado de comunicarse y de aprovechar cada oportunidad para estar juntos. Alessia y Pietro supieron reconocer en el otro algo especial desde el primer momento, lo que les llevó a construir una relación duradera y apasionada.
