Carl Van Vechten y Alfred Lunt mantuvieron una estrecha amistad durante muchos años. Se conocieron en la década de 1920 en Nueva York, cuando Van Vechten era un fotógrafo y escritor reconocido y Lunt estaba empezando su carrera como actor. Van Vechten fue uno de los primeros en reconocer el talento de Lunt en el escenario y lo describió como "la adición más brillante al teatro americano en muchos años". Los dos hombres compartían una pasión por las artes escénicas y se admiraban mutuamente. Durante la década de 1930, Van Vechten se convirtió en uno de los mayores partidarios de Lunt y su esposa, la actriz Lynn Fontanne. Les ayudó a establecerse como una de las parejas teatrales más destacadas de la época, y escribió un libro sobre ellos titulado "Los Lunts". También tomó muchas fotografías de la pareja en el escenario, documentando su trabajo y su éxito. La amistad entre Van Vechten y Lunt duró hasta la muerte del primero en 1964. Sin embargo, el legado de esta relación aún se puede ver hoy en la historia del teatro y de la fotografía estadounidense.