Ali y Reilly se conocieron en un evento de caridad para ayudar a recaudar fondos para una organización local que respaldaba la educación y el bienestar de los niños en su ciudad. Ambos estaban encargados de coordinar las actividades y asegurarse de que el evento fuera un éxito. A medida que pasaba el día, Ali y Reilly descubrieron que compartían intereses similares y una conexión personal inquebrantable. Fue un día lleno de risas, buena comida y música en vivo, y después de que el evento terminó, Ali y Reilly continuaron su amistad a través de citas nocturnas y aventuras. La chispa de su amistad no se apagó, y eventualmente, se convirtieron en los mejores amigos y confidentes el uno del otro.
