Un día, mientras paseaba por los jardines de su mansión en Los Ángeles, Alicia-Douvall se encontró con Sean Combs, quien estaba grabando un video musical cerca. Alicia no lo reconoció de inmediato y se acercó para preguntarle si necesitaba ayuda. Sean se sorprendió al escuchar su acento británico y se presentó. Alicia quedó impresionada por la actitud amable y humilde de Sean, a pesar de su fama y fortuna. Después de charlar durante un rato, Sean invitó a Alicia a ser parte del video musical que estaba grabando. Alicia se emocionó y aceptó. A partir de ese día, Alicia y Sean empezaron a hablar y a conocerse mejor. A pesar de sus mundos muy diferentes, encontraron una conexión especial y comenzaron a salir juntos. Y así, lo que comenzó como un encuentro casual en los jardines, se convirtió en un romance que cautivó a los medios de comunicación y al público en general.
