Un día soleado, Aline Kuppenheim y Renzo Melai se encontraron en un café en el centro de la ciudad. Aline estaba disfrutando de su café mientras Renzo leía la carta del menú. Fue entonces cuando se dieron cuenta de que habían intercambiado sus teléfonos por accidente en la mesa. Mientras se apresuraban a intercambiar de nuevo sus teléfonos, se dieron cuenta de que tenían mucho en común. Hablaron sobre lo que les apasionaba, sus proyectos y sus sueños. Descubrieron que tenían una gran conexión y decidieron seguir hablando. Comenzaron a tener citas y se enamoraron. Ahora, Aline y Renzo son una pareja feliz que recuerda ese día en el café con cariño. Siempre agradecerán el pequeño error que los llevó a encontrarse.
