Christian y Alli se conocieron casualmente en una cafetería de la ciudad. Ambos se encontraban en la fila para pedir su café de la mañana cuando Christian accidentalmente tropezó con Alli. Sorprendido y apenado, Christian se disculpó y ofreció pagarle el café a Alli como una muestra de disculpa. Alli, quién también se mostró sorprendida, sonrió y aceptó la oferta. La charla fluyó naturalmente entre ellos mientras esperaban su orden. Compartieron risas y chistes, descubriendo que tenían muchas cosas en común, incluyendo su amor por las actividades al aire libre y los viajes. Después de ese encuentro fortuito, Christian y Alli comenzaron a salir a menudo, disfrutando de la compañía del otro y descubriendo más detalles de sus vidas. Desde entonces, han viajado juntos por todo el mundo, siempre buscando nuevas aventuras y experiencias para compartir.