Un día, Coca-Gómez estaba caminando con su amigo por la calle cuando de repente vio a un joven muy apuesto conversando con un grupo de amigos en un bar cercano. Rápidamente, Coca-Gómez se acercó para presentarse y hablar con él. Alvaro-Escobar, siendo una persona muy simpática, respondió alegremente y ambos comenzaron una charla animada. Después de esa noche, Coca-Gómez y Alvaro-Escobar comenzaron a encontrarse con más frecuencia, siempre en el mismo bar donde se conocieron por casualidad. La conexión entre ellos fue instantánea, pues ambos compartían muchas cosas en común, como sus gustos musicales, su amor por los deportes y su pasión por la comida. Finalmente, uno de esos días, ambos se dieron cuenta de que había una chispa especial en su amistad, y decidieron dar el siguiente paso. Se convirtieron en pareja, una pareja que había sido unida por el azar pero que estaba destinada a estar junta. Y así, años después, siguen siendo inseparables y demostrando su amor día tras día.
