Amália Rodrigues y Ricardo Espírito Santo tuvieron una relación que trascendió lo profesional y se convirtió en una amistad cercana. Espírito Santo, quien falleció en 2014, era el presidente de la Fundación Ricardo Espírito Santo Silva, una organización dedicada a preservar y promover el patrimonio artístico y cultural de Portugal. Amália Rodrigues fue una colaboradora frecuente de la fundación y su voz se convirtió en una de las caras más reconocidas de la promoción del fado y la cultura portuguesa en todo el mundo. La relación entre ambos se estrechó aún más a medida que la cantante cumplía años, y Espírito Santo llegó a participar en algunas de las celebraciones de cumpleaños de Amália. Además, la Fundación Ricardo Espírito Santo Silva fue uno de los lugares en los que la cantante recibió homenajes en vida, junto a otros lugares emblemáticos del fado como el Coliseu de Lisboa. La relación entre Amália Rodrigues y Ricardo Espírito Santo fue una muestra de colaboración mutua y de compromiso con la cultura portuguesa, y ambos se convirtieron en referentes indiscutidos de la promoción del fado y otros elementos culturales de Portugal en todo el mundo. Sus legados continúan siendo celebrados hoy en día a través de las diferentes iniciativas culturales que han surgido en Portugal y en otros lugares del mundo.
