César Seabra y Amália Rodrigues tuvieron una relación romántica que duró varios años. Se conocieron en la década de 1940 en el café Luso, un lugar de encuentro para artistas en Lisboa. Se dice que se enamoraron rápidamente y comenzaron una relación que duró hasta 1946. Durante este tiempo, César Seabra se convirtió en el representante de Amália Rodrigues y la ayudó a consolidar su carrera como cantante. También fue su compañero, amigo y confidente. Sin embargo, la relación entre ellos terminó en una ruptura amarga y acrimoniosa. Se dice que César Seabra se involucró en negocios que implicaban a Amália sin su consentimiento y que él la abandonó cuando ella se encontraba en una situación financiera difícil. Esto condujo a una batalla legal entre ellos. A pesar de la ruptura, Amália nunca dejó de reconocer la importancia que César Seabra tuvo en su carrera y en su vida personal. De hecho, ella le dedicó la canción "Amália, Mon Amour", que fue escrita por José Carlos Ary dos Santos. Amália también fue muy crítica de la forma en que su relación con César Seabra fue retratada en la película "Amália - El Rostro de Portugal", de Carlos Coelho da Silva, a la que se opuso públicamente. En resumen, la relación entre César Seabra y Amália Rodrigues fue intensa y apasionada, pero terminó en una ruptura traumática que afectó a ambos durante muchos años. Sin embargo, su legado artístico sigue siendo inmensamente valorado en Portugal y en todo el mundo.