Amiri Baraka y Sonia Sánchez eran compañeros de poesía y de lucha por los derechos civiles en Estados Unidos. Ambos surgieron en la década de los 60 y 70 en el movimiento de la Black Arts y fueron figuras clave en la poesía afroamericana. Baraka y Sánchez se conocieron en un taller de escritura en 1965, donde comenzaron su amistad y colaboración literaria. Trabajaron juntos en la publicación de la revista Black Fire, que era una plataforma para la escritura de poetas negros y la difusión del arte y la cultura afroamericanos. En sus obras, ambos poetas exploraron temas como la identidad racial, la opresión y la resistencia. Baraka y Sánchez se consideraron mutuamente inspiradores e influenciadores, y compartieron una fuerte conexión que trascendió la poesía. A lo largo de los años, Baraka y Sánchez aparecieron juntos en numerosos eventos públicos y lecturas de poesía, y su relación se mantuvo incluso después de la muerte de Baraka en 2014. Juntos, Baraka y Sánchez ayudaron a transformar la literatura americana y a poner en primer plano la voz y la experiencia de los escritores afroamericanos. Su legado como poetas y activistas sigue inspirando a nuevas generaciones de artistas y defensores de los derechos civiles en todo el mundo.