Amy-Childs y Billy-Delbosq se conocieron de manera fortuita en la tienda de mascotas de la ciudad. Ambos estaban buscando alimento para sus mascotas y coincidieron en el pasillo de los acuarios. Amy no pudo evitar notar el atrevido tatuaje de Billy en su brazo, lo que la llevó a hacerle una pregunta sobre su diseño. A partir de ahí, comenzaron a hablar animadamente sobre sus vidas y descubrieron que compartían intereses similares. En ese momento, se dieron cuenta de que se sentían atraídos mutuamente y quedaron en seguir charlando en un café cercano. Desde entonces, Amy y Billy se han reunido regularmente para pasar tiempo juntos, y cada vez se han hecho más cercanos. Ahora, son inseparables y están enamorados el uno del otro.