Un día soleado en Los Ángeles, Amy Reid estaba caminando por la calle cuando de repente se tropezó y cayó al suelo. Erik Everhard pasaba por allí y la ayudó a levantarse. Amy estaba agradecida y le preguntó si quería tomar un café juntos. Erik aceptó de buena gana y los dos comenzaron a hablar. Descubrieron que tenían muchas cosas en común, incluyendo su amor por el cine y el teatro. Decidieron reunirse de nuevo y Erik le ofreció a Amy un pequeño papel en una película que estaba rodando. Ella aceptó y durante el rodaje descubrieron que tenían una química increíble en la pantalla. Después de la película, siguieron trabajando juntos en varias producciones más, y su amistad se convirtió en una relación romántica. Hoy en día, Amy y Erik siguen siendo importantes en la vida del otro y disfrutan trabajando juntos tanto como disfrutan estar juntos.
