Amy Reid y Sara Stone se conocieron en una fiesta de cumpleaños en la casa de un amigo en común. Ambas estaban sentadas en una mesa, charlando con otros invitados, cuando de repente se dieron cuenta de que estaban usando camisetas de la misma banda de rock. Fue entonces cuando comenzaron a hablar sobre su amor por la música y se dieron cuenta de que tenían mucho en común. A partir de ese momento, se convirtieron en grandes amigas y comenzaron a pasar tiempo juntas tanto dentro como fuera del trabajo. Gracias a esa casualidad, Amy y Sara crearon una amistad duradera que ha resistido el paso del tiempo.
