Un día, en una convención de negocios en el centro de la ciudad, Ana Paula Connelly se encontró con Carl Henkel. En un principio, ella pensó que se trataba de un ejecutivo más en el evento, pero pronto se dio cuenta de que se trataba de un hombre con un encanto especial. Carl, a su vez, quedó impresionado por la inteligencia y el ingenio de Ana Paula. Pero, debido a que ambos estaban allí por negocios, decidieron no mezclar el trabajo con el placer y se despidieron con un cordial apretón de manos. A pesar de esto, el destino tenía otros planes para ellos y las circunstancias hicieron que se encontraran de nuevo en una reunión de negocios meses más tarde. Después de esa segunda reunión, Ana Paula y Carl comenzaron a conversar, y descubrieron que tenían mucho en común. Desde entonces, se volvieron inseparables, y comenzaron a trabajar juntos en varios proyectos. Con el tiempo, su relación pasó de ser solo de negocios a algo más personal, y ahora son una pareja feliz y exitosa en todos los sentidos.