Junior y Ana se conocieron en una cafetería local llamada "El Rincón del Café". Junior estaba sentado en una de las mesas, escribiendo en su cuaderno y tomando su café favorito, mientras Ana entró en la cafetería y se sentó en la mesa justo al lado de él. Después de unos minutos, notó que Junior estaba escribiendo algo interesante y trató de espiar para ver de qué se trataba. Sin embargo, Junior notó los ojos curiosos de Ana y decidió entablar conversación con ella. Le preguntó si le gustaba escribir y Ana rápidamente respondió que sí, que ella era una escritora en su tiempo libre. Junior estaba emocionado de conocer a otra persona que compartía su pasión por la escritura, así que empezaron a hablar sobre sus proyectos y debatieron acaloradamente sobre la trama de una novela. Después de horas de charla, se dieron cuenta de que se llevaban muy bien y decidieron seguir en contacto. Intercambiaron números y correos electrónicos, y se prometieron que se reunirían otra vez en el mismo lugar. Desde entonces, se han convertido en amigos cercanos, y han continuado compartiendo sus ideas y proyectos literarios. Cada vez que regresan a la cafetería, rememoran ese día en que se conocieron por casualidad y se dieron cuenta de que tenían algo especial en común.
