Conrado y Andrea se conocieron en un pequeño café en el centro de la ciudad. Conrado se acercó a la mesa donde Andrea estaba sentada y le preguntó si podía compartir la mesa con ella, ya que todas las demás estaban ocupadas. Andrea, algo sorprendida por la inesperada situación, aceptó con una sonrisa. Conrado sacó un libro de su mochila y comenzó a leer mientras bebía su café. Andrea notó que el libro que Conrado leía era de su autor favorito y decidió entablar conversación con él. Desde ese día, se convirtieron en amigos inseparables y comenzaron a compartir su amor por la literatura, el cine y la música. Con el tiempo, se dieron cuenta de que su amistad era algo más y se enamoraron perdidamente el uno del otro. Desde entonces, Conrado y Andrea comparten su vida juntos, disfrutando de cada momento y creando recuerdos inolvidables.
