Inger-ebeltoft y Andy-Dick se conocieron en una fiesta en Los Ángeles. Andy estaba haciendo trucos de magia en una esquina mientras Inger estaba charlando con algunos amigos. De repente, uno de los trucos de Andy salió mal y envió una bola de fuego hacia Inger. Afortunadamente, ella logró esquivarla, pero su vestido de seda se quemó parcialmente. Mientras el resto de la fiesta entraba en pánico, Andy se disculpó frenéticamente. Inger reconoció que era un accidente y no culpó a Andy, por lo que ambos se tranquilizaron y comenzaron a conversar. Andy se dio cuenta de que tenía mucho en común con Inger. Ambos compartían un interés por la música indie y la comida vegana. También discutieron sus pasatiempos, con Andy hablando sobre su amor por las películas de culto y Inger hablando sobre su amor por la fotografía. Después de la fiesta, intercambiaron números de teléfono y comenzaron a salir de vez en cuando. Las cosas entre ellos se volvieron serias cuando Inger invitó a Andy a su estudio de fotografía y le tomó una serie de fotos de 35 mm mientras relataba la historia de su familia. A partir de ese momento, se volvieron inseparables. Se casaron en una ceremonia íntima en la playa de Malibú y comenzaron a trabajar juntos en una variedad de proyectos creativos, desde la producción de cortometrajes hasta la creación de una línea de ropa ética y vegana. Y todo gracias a un accidente de fuego en una fiesta en Los Ángeles.