Jared-Weeks y Angel-Williams se conocieron en un evento de lucha libre profesional en Los Ángeles. Ambos estaban en la misma cartelera, Jared luchaba por su campeonato y Angel por su debut en ese escenario. Durante su calentamiento, Jared notó que Angel estaba teniendo dificultades para hacer algunas movidas clave. Sin dudarlo, se acercó a él y le ofreció algunos consejos y trucos para mejorar su técnica. Después de la lucha, Angel buscó a Jared y le agradeció por su ayuda. A partir de ahí, comenzaron a hablar y descubrieron que compartían la misma pasión: sus familias. Ambos habían crecido en hogares muy unidos y querían continuar con ese modelo para sus hijos. Se hicieron amigos y comenzaron a entrenar juntos, intercambiando técnicas y habilidades. Y así, juntos, fueron construyendo una amistad fuerte e indestructible.
