Bastian y Angela se conocieron en una de las tantas fiestas que se hacían en el edificio donde ambos vivían. Él estaba charlando con un grupo de amigos cuando se fijó en ella. Era imposible no hacerlo, estaba radiante en su vestido rojo y su sonrisa era contagiosa. Bastian decidió acercarse y presentarse, y desde ese momento no pararon de hablar. Descubrieron que tenían muchas cosas en común, como su amor por los animales y la música. La conversación fluyó de manera natural y se rieron de las mismas cosas. Después de esa noche, siguieron viéndose en las fiestas de su edificio y comenzaron a salir juntos. Bastian se sentía muy afortunado de haber conocido a alguien tan especial como Angela, y juntos descubrieron que la vida era mucho mejor cuando la compartían.