Un día soleado en el parque central, Anita Page y Robert Carroll-Nye se tropezaron accidentalmente mientras corrían. Anita cayó al suelo y Robert, siendo un caballero, se apresuró a ayudarla a levantarse. Al encontrarse cara a cara, ambos se sintieron atraídos el uno por el otro. Conversaron durante un buen rato mientras caminaban por el parque, descubriendo que tenían mucho en común. Tropezar fue la mejor cosas que les pudo pasar, ya que ese fue el inicio de una gran historia de amor.