Ann-Margret y Elvis Presley tuvieron una relación romántica durante la década de 1960. Se conocieron en 1963 durante el rodaje de la película "Viva Las Vegas". Aunque ambos estaban comprometidos en ese momento (Ann-Margret con el actor Roger Smith y Elvis con Priscilla Presley), comenzaron una relación apasionada. Se dice que Elvis estaba muy enamorado de Ann-Margret y que la consideraba una de las mujeres más bellas que había conocido. La relación fue muy intensa y la pareja se veía en secreto, ya que querían evitar la prensa y los paparazzi. Sin embargo, la relación entre ellos terminó después de varios años. Se dice que Ann-Margret se dejó llevar por la fama y la atención que recibía de los medios, lo que generó conflictos con Elvis, quien quería mantener su vida privada lejos del escrutinio público. A pesar de que su relación tuvo un final abrupto, Ann-Margret siempre habló con cariño y admiración de Elvis Presley. Después de la muerte de Elvis en 1977, Ann-Margret asistió a su funeral y le dedicó un emotivo tributo en su carrera artística.
