Un día soleado de verano, Chris Evans y Anna Friel se encontraron en un festival de música en el parque. Chris estaba pinchando música con su equipo de disc jockey y Anna estaba en la multitud disfrutando del sonido vibrante. Cuando Chris tocó una canción que Anna amaba, ella se acercó a la cabina del DJ para pedir una copia de la canción. Chris no solo le dio la canción, sino que también comenzó a charlar con Anna. Descubrieron que compartían intereses similares en música, comida y viajes. En cuestión de minutos, estaban riendo y charlando como si se conocieran desde hace mucho tiempo. Después del festival, intercambiaron números de teléfono y comenzaron su propia aventura juntos. Aunque comenzaron como extraños en un festival de música, Chris y Anna se conocieron en un momento y lugar perfectos, y su amor creció a partir de ahí.