Anna Magnani y Roberto Rossellini tuvieron un romance intenso y controversial en la década de 1940. La relación comenzó en 1945, cuando Rossellini estaba casado y tenía hijos, y Anna estaba en una relación con el actor Massimo Serato. La pareja trabajó en varias películas juntos, incluyendo "Roma, città aperta", "Paisà" y "Stromboli, terra di Dio", en la que Magnani interpretó a una mujer que trata de adaptarse a una vida nueva en una pequeña isla en el sur de Italia, mientras que Rossellini dirigía la cinta. Su relación fue muy difícil y a menudo tumultosa debido a la naturaleza del trabajo de Rossellini como director y las expectativas de Magnani sobre el amor, la vida y el futuro. A pesar de los altibajos, ambos se admiraban mutuamente y trabajaban muy bien juntos. Sin embargo, la relación entre Magnani y Rossellini terminó en 1948, después de que Rossellini conoció a Ingrid Bergman en Italia y comenzó una relación con ella. Magnani quedó devastada por la noticia y se alejó de Rossellini, aunque continuó trabajando en la industria cinematográfica. A pesar de este triste final de su relación, tanto Magnani como Rossellini hicieron contribuciones importantes al cine italiano y dejaron su huella en la historia del arte.