Anthony Quinn y Marlene Dietrich se conocieron y se hicieron amigos en los años 50, cuando ambos trabajaban en la industria cinematográfica de Hollywood. A pesar de tener diferentes nacionalidades (Quinn era estadounidense de origen mexicano y Dietrich era alemana), compartían una pasión por el cine y el teatro. Durante los años siguientes, Quinn y Dietrich colaboraron en varias ocasiones, tanto en películas como en proyectos teatrales. Uno de los proyectos más destacados fue la película "La vuelta al mundo en 80 días" (1956), en la que ambos actores compartieron escena. Quinn y Dietrich también se apoyaban mutuamente en su carrera profesional y personal. Según se dice, Quinn ayudó a Dietrich en la promoción de su espectáculo en Las Vegas, y ella a su vez lo invitó a su fiesta de cumpleaños en Alemania. A pesar de que su amistad era conocida en la industria del cine, no se sabe mucho más acerca de su relación. Sin embargo, se sabe que Quinn siempre hablaba muy bien de Dietrich, diciendo que era una de las mejores actrices y cantantes de su época. En resumen, Anthony Quinn y Marlene Dietrich tuvieron una relación de amistad y colaboración en la industria del cine y el teatro, en la que se apoyaban mutuamente y se admiraban el uno al otro.