Arnold Gillespie y Nellie Hill fueron dos importantes figuras en el mundo del cine en la década de 1930. Gillespie fue un diseñador y especialista en efectos especiales, mientras que Hill era una exitosa cantante y actriz. Gillespie y Hill se conocieron en 1929, cuando ambos trabajaban en la película de Warner Bros "The Desert Song". Gillespie era el encargado de los efectos especiales de la película, mientras que Hill tenía un papel principal como la cantante Margot. A partir de ese momento, Gillespie y Hill trabajaron juntos en varias películas, incluyendo "Wonder Bar" (1934) y "Gold Diggers of 1937". Gillespie se encargaba de crear los espectaculares efectos especiales que aparecían en las películas, mientras que Hill aportaba su talento como actriz y cantante. La relación entre Gillespie y Hill fue profesional, pero también se convirtió en amistad. Gillespie se convirtió en una especie de mentor para Hill, ayudándola a mejorar su técnica vocal y a destacarse en su carrera como actriz. Desafortunadamente, la colaboración entre Gillespie y Hill llegó a su fin en 1937, cuando Warner Bros decidió no renovar el contrato con Hill. Sin embargo, la amistad entre ambos perduró a lo largo de los años, y Gillespie siempre se mantuvo como un admirador del talento de Hill.