Arthur M. Loew Jr. y Joi Lansing se conocieron por casualidad en un estudio de Hollywood durante la década de 1950. Lansing había sido contratada para trabajar en una película y Loew estaba allí para discutir detalles de la producción. Cuando sus ojos se encontraron por primera vez, fue un amor a primera vista. Lansing, radiante en su belleza, cautivó instantáneamente al apuesto Loew y comenzaron a charlar de inmediato. Rápidamente se dieron cuenta de que tenían mucho en común, incluyendo su amor por el cine y su pasión por la vida. Después de ese día, se volvieron inseparables y su amor fue uno de los más grandes secretos de Hollywood. A pesar de las dificultades que enfrentaron como pareja, nunca dejaron de amarse y su historia de amor pasó a la historia del cine.
