Ashley Cole y Victoria Clay se conocieron en una fiesta de moda en Londres. Ambos estaban allí por motivos diferentes, pero se encontraron casualmente en la barra de cócteles mientras esperaban por sus bebidas. Ashley notó a Victoria de inmediato y se acercó a ella para romper el hielo. Después de hablar durante un tiempo, descubrieron que tenían intereses similares en la moda y el arte, lo que les permitió conectarse aún más. La noche terminó con Ashley y Victoria intercambiando números de teléfono con la promesa de verse de nuevo. Poco sabían que este encuentro casual marcaría el comienzo de una amistad duradera y una de las relaciones más exitosas en la industria de la moda.