Ashley y Kelsey se conocieron en una conferencia de negocios en Detroit, en donde ambos estaban como ponentes. Al finalizar las presentaciones, se encontraron en la sala de descanso y empezaron a conversar sobre sus carreras y experiencias. Kelsey, que también era un apasionado del fútbol americano, se sorprendió al descubrir que Ashley había trabajado previamente en la NFL como directora de marketing. Desde ese momento, entablaron una conversación más profunda, intercambiaron sus números de teléfono y acordaron reunirse en un futuro cercano. Meses después, se reencontraron en una cena de negocios y Kelsey aprovechó la oportunidad para invitar a Ashley a un juego de fútbol americano. La experiencia fue maravillosa y desde ese día, se convirtieron en buenos amigos y colegas.
