Ashley y Tracy se conocieron en la universidad, en una clase de literatura. Ambas estaban sentadas en la misma mesa y empezaron a hablar sobre los libros que habían leído para la clase. Rápidamente se dieron cuenta de que compartían un amor por la lectura y empezaron a intercambiar recomendaciones de libros. De ahí en adelante, se hicieron amigas cercanas. Se iban juntas a las clases, estudiaban juntas y se apoyaban mutuamente en los proyectos y trabajos. También solían salir a tomar café y hablar sobre sus vidas y cosas que les interesaban. Con el tiempo, Ashley y Tracy desarrollaron una conexión profunda y se convirtieron en las mejores amigas. A pesar de que vivían en distintas ciudades después de graduarse, seguían en contacto y se visitaban cuando podían. Su amistad duró por décadas y siempre recordaron su primer encuentro en la clase de literatura como el momento en que su amistad empezó a florecer.