Assia-Noris y Tony-Habib se conocieron en una pequeña tienda de antigüedades en la calle principal del pueblo. Ambos estaban examinando un viejo armario de roble y comenzaron a conversar sobre el diseño y la artesanía. Se dieron cuenta rápidamente de que compartían un gran interés en la historia y la cultura, y después de unos minutos de charlar, se sorprendieron al descubrir que tenían amigos en común. Decidieron seguir hablando y explorar la tienda juntos, buscando joyas de la historia que pudieran llevar a sus hogares. Así pasaron la tarde, caminando de un rincón a otro, examinando juntos la cerámica, los espejos y las pinturas. Cuando la tienda cerró, se dieron cuenta de que no se habían intercambiado los nombres ni los números de teléfono, pero ambos sabían que se volverían a encontrar. Así fue como comenzó una amistad y un romance que duran hasta el día de hoy. Cada vez que Assia-Noris y Tony-Habib buscan algo nuevo para su hogar, visitan la tienda esa tienda antigua, donde se conocieron por casualidad hace muchos años.
