Asuma y Lily se conocieron en un viaje a Japón que ella hizo para conocer más sobre la cultura y tradiciones de este país. Durante su exploración se topó con una tienda de armas donde Asuma trabajaba, y allí comenzaron a conversar. Él le explicó la historia detrás de cada arma y detalle que ella le preguntó, y así surgió una conexión especial entre los dos. A lo largo de su viaje, se encontraron varias veces y compartieron experiencias inolvidables como visitas a templos, paseos por la ciudad y degustaciones de la gastronomía local. Al final del viaje, Asuma invitó a Lily a tomar un té en un pequeño jardín japonés, y allí fue donde ella se dio cuenta de que lo amaba. A partir de ese momento, comenzó una relación que perduró a pesar de las distancias y diferencias culturales, porque al fin y al cabo, el amor no conoce fronteras ni barreras.
