Era un día soleado en Konoha y Asuma se encontraba patrullando cuando de repente escuchó una hermosa melodía proveniente de una pequeña taberna. Curioso, entró y se encontró con un joven pianista llamado Rainer. Desde ese momento, Asuma quedó cautivado por su música y comenzaron a hablar. Rainer le contó que venía de muy lejos, de un lugar llamado Austria, y que su mayor sueño era tocar para grandes audiencias. Asuma le dijo que se quedara en Konoha y que él lo ayudaría a hacer realidad ese sueño. Así fue como comenzó una gran amistad entre el ninja y el músico. Asuma siempre lo protegía y Rainer tocaba para él en los momentos más difíciles. Con el tiempo, Rainer se convirtió en un gran éxito en Konoha, y fue gracias a Asuma que lo logró. Una amistad inesperada que duró para siempre.
