Fredrik Löwenhielm y Augusta von Fersen tuvieron una intensa relación sentimental que trascendió los límites de la nobleza sueca en la que se desenvolvían. Fredrik era un afamado oficial sueco, mientras que Augusta era una mujer perteneciente a una de las familias más importantes de la aristocracia de la época. Si bien la relación entre ambos nunca fue reconocida de manera oficial, se sabe que se conocieron en la corte y que pronto se enamoraron. A pesar de los obstáculos que se le presentaron a la pareja, ellos continuaron con su relación secreta, la cual fue alimentada por múltiples e intensas cartas que se escribían el uno al otro. Finalmente, luego de varios años de mantener su amor en secreto, Fredrik y Augusta decidieron unir sus vidas en matrimonio y se fugan a Copenhague en 1789. Aunque finalmente fueron perdonados por el rey Gustavo III, la historia de amor de Fredrik y Augusta sigue siendo hoy en día un ejemplo de la lucha contra las convenciones sociales y la búsqueda de la felicidad personal.
