Ava Gardner y Ben Tatar mantuvieron una relación sentimental brevemente en la década de 1960. Tatar, un empresario de origen judío, se encontraba en ese momento en medio de un divorcio de su esposa y fue presentado a Gardner por un amigo en común. Se dice que Gardner estaba impresionada por el hecho de que Tatar no parecía interesado en su fama o fortuna, sino que simplemente disfrutaba de su compañía. Sin embargo, la relación entre Gardner y Tatar tuvo su desenlace en una noche en la que la pareja se encontraba cenando en un restaurante. Según relató Gardner más tarde, Tatar comenzó a hacer comentarios antisemitas que la incomodaron, y ella decidió poner fin a la relación en ese mismo momento. A pesar de la corta duración de su romance, Ava Gardner y Ben Tatar mantuvieron el contacto durante algunos años después de separarse. Tatar incluso asistió al funeral de Gardner en 1990, como muestra de su amistad y respeto hacia la actriz, con quien mantuvo una relación cordial hasta el final de sus días.
