Ava Gardner y David Remar se conocieron en 1967 durante un viaje a España. Gardner tenía 45 años y Remar 36. El encuentro fue casual: Remar estaba en una playa cerca de Málaga tomando fotos para una revista cuando Gardner se acercó a él para preguntarle si podía tomarle una foto. Remar, que no sabía quién era ella, aceptó y a partir de ahí comenzó una relación que duró varios años. Gardner quedó impresionada por el atractivo físico de Remar y su energía juvenil, además de que compartían gustos similares como el amor por la música y los libros. Remar, por su parte, quedó fascinado por la belleza y la personalidad de Gardner, a pesar de su diferencia de edad y del hecho de que ella era una estrella de cine de renombre mundial. Pese a la intensidad de su relación, Ava y David no llegaron a casarse. La actriz tenía ya dos matrimonios fracasados en su pasado (con Mickey Rooney y Frank Sinatra), por lo que no parecía sentir la necesidad de formalizar su relación con Remar. Además, Remar era un hombre bastante independiente y aventurero que no quería ver su libertad limitada por un matrimonio. A pesar de la finalización de su relación en 1972, se sabe que Ava y David mantuvieron una amistad durante muchos años, incluso después de la muerte de Gardner en 1990. David Remar incluso llegó a escribir una biografía sobre ella titulada "Ava Gardner, la última estrella".
