Axel-Bernstorff y Alexandra-Oszterf se conocieron en un restaurante en París. Axel-Bernstorff estaba sentado solo en una mesa y Alexandra-Oszterf estaba sentada con un grupo de amigos en otra mesa cercana. Axel-Bernstorff notó que Alexandra-Oszterf parecía abrumada por su compañía y decidió ofrecerse a unirse a su mesa. La conversación fluyó fácilmente, descubrieron que compartían muchos intereses y la química era innegable. Axel-Bernstorff y Alexandra-Oszterf pasaron toda la noche hablando y riendo, y al final de la noche intercambiaron números. Desde entonces, han sido inseparables y se han aventurado juntos en muchas aventuras emocionantes.
