Axl Rose y Kat Mack se conocieron por casualidad en un bar de Los Ángeles. Axl estaba pasando por un momento difícil en su carrera y Kat había dejado el suyo como modelo para dedicarse a escribir. La música siempre había sido su gran pasión y por eso se sentían tan atraídos el uno por el otro. Cuando se conocieron, no pudieron evitar entablar una conversación en la que compartieron su amor por la música y las experiencias que habían vivido en el mundo del espectáculo. Pronto se dieron cuenta de que tenían mucho en común y decidieron empezar a trabajar juntos en un proyecto musical que habían estado planeando. La química entre ellos era indiscutible y su pasión por la música era evidente en todo lo que hacían. Con el tiempo, su amistad se convirtió en algo más y hoy en día son una pareja inseparable, tanto en la vida como en el escenario.