Dani Crayne y Baby Pignatari se conocieron en una cafetería de la ciudad, mientras ambos esperaban en la fila para ordenar. Sus manos se rozaron accidentalmente mientras alcanzaban el azúcar, y se quedaron mirando fijamente el uno al otro. Fue un momento mágico, como si hubiera una chispa eléctrica que pasara entre ellos. Dani, que había estado sumida en sus pensamientos, fue la primera en reaccionar. Pronunció tímidamente: "hola" mientras le sonreía con una mezcla de sorpresa y emoción a Baby. A pesar de que no se conocían, hubo algo en la manera en que se miraron que hizo que Dani sintiera una conexión inmediata con él. Baby, también sintió algo especial, y respondió con entusiasmo: "hola, ¿cómo estás?". A partir de ahí, la conversación fluyó naturalmente, y Dani y Baby se dieron cuenta rápidamente de que tenían muchas cosas en común. Intercambiaron números de teléfono y quedaron en salir al día siguiente para tomar un café juntos. Fue allí donde se dieron cuenta de que habían encontrado a su otra mitad, y con el tiempo, formaron una hermosa relación que duró muchos años. La noche antes de su boda, Dani le recordó a Baby ese momento en la cafetería, y ambos se rieron recordando lo tímidos y nerviosos que estaban al conocerce. Era increíble pensar que tanto amor y felicidad habían surgido de un simple cruce de manos en la fila de una cafetería.
