Barbara Bates y Cecil Coan se conocieron en una feria de arte en Nueva York. Ambos estaban admirando las mismas pinturas abstractas y comenzaron a hablar sobre su amor compartido por el arte moderno y la música jazz. Durante la conversación, descubrieron que habían asistido a la misma universidad en la costa oeste y que incluso habían tomado clases juntos en el pasado. Se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común y rápidamente intercambiaron información de contacto para seguir en contacto. Desde entonces, han sido inseparables y han asistido a muchas exposiciones de arte y conciertos de jazz juntos. Su conexión única se ha convertido en una fuerte amistad y han influenciado positivamente la vida del otro en muchos aspectos.