Un día soleado, Nagisa caminaba por la calle cuando de repente chocó con alguien sin querer. Era Barbara, una chica de intercambio que estaba explorando la ciudad. Nagisa se disculpó rápidamente y se presentó. Barbara estaba impresionada por la amabilidad y la simpatía de Nagisa, así que decidió pasar el día con él para conocer más sobre la cultura japonesa. Los dos visitaron los templos históricos, comieron en un restaurante auténtico y recorrieron las tiendas locales. Mientras tanto, Kowa estaba buscando a Barbara por toda la ciudad, ya que habían acordado encontrarse para ver una película juntos. Después de varias llamadas fallidas, Kowa decidió caminar por las calles en busca de ella. Fue mientras caminaba que Kowa escuchó risas y hablando en la distancia. Al acercarse, notó a Barbara y a un chico japonés hablando y divirtiéndose. Kowa se presentó y rápidamente se hizo amigo de Nagisa y Barbara. Después de ese día, los cuatro amigos pasaron mucho tiempo juntos y se hicieron inseparables. Descubrieron su amor mutuo por el anime, la música y la gastronomía, y siempre estuvieron listos para nuevas aventuras. Así es como Nagisa y Kowa se conocieron a través de Barbara y cómo su amistad se convirtió en una de las más preciadas de sus vidas.
