Anna Kendrick y Ben Richardson se conocieron en un set de filmación en Los Ángeles durante el rodaje de una película. Ben era el director de fotografía y Anna era la protagonista. Desde el primer día, Ben quedó impresionado por el talento y la humorística de Anna, mientras que ella quedó impresionada por su experiencia y creatividad en la cámara. Después de muchas horas de filmación, los dos comenzaron a hablar entre cada toma, compartiendo historias y descubriendo que tenían muchas cosas en común. Con el tiempo, su amistad se convirtió en una relación romántica y ahora se encuentran felizmente juntos, siempre recordando ese set de filmación como el lugar donde todo comenzó.