Bernardo y Guillermo se conocieron en la universidad, en una clase de matemáticas avanzadas. Ambos eran muy buenos en la materia y siempre participaban en las discusiones y debates en clase. Pronto se convirtieron en grandes amigos y pasaban mucho tiempo juntos, tanto estudiando como divirtiéndose. Por otro lado, Eva y Valdez se conocieron en una galería de arte donde Eva estaba exponiendo su obra y Valdez era uno de los curadores. Valdez quedó impresionado con la creatividad y la sensibilidad de Eva, y pronto comenzaron a hablar sobre el arte, la vida y todo lo demás. Asistían juntos a eventos culturales y pasaban muchas tardes explorando la ciudad, charlando y compartiendo sus intereses. Un día, Bernardo y Eva se encontraron en una cafetería en el centro de la ciudad. Habían estado allí por separado, pero debido a una confusión de nombres en el pedido en la barra, los dos acabaron compartiendo la misma mesa. Después de un rato de intercambiar ideas y anécdotas, se dieron cuenta de que ya conocían a las mismas personas: Guillermo y Valdez. Así que, después de esa casualidad, empezaron a salir los cuatro juntos, y pronto se convirtieron en un grupo inseparable. Compartían sus pasatiempos, intereses y al final se dieron cuenta de que estaban enamorados. Desde entonces, Bernardo y Guillermo mantienen su amistad sólida, mientras que Eva y Valdez han formado un vínculo aun más estrecho. Juntos, los cuatro están siempre explorando nuevas ideas y disfrutando de la vida al máximo.
