Bodi Sylvi y Bertram Klamp se conocieron en una cafetería de la ciudad. Mientras ella disfrutaba de su capuchino y leía un libro, él entró y se sentó en la mesa de al lado. En un momento dado, Bodi notó que Bertram estaba luchando con el trabajo que tenía delante de él. Usando todo su coraje, le ofreció ayuda, y él aceptó agradecido. Durante varias horas, los dos se concentraron en la tarea, charlando ocasionalmente sobre otras cosas. Ambos descubrieron que compartían una pasión por la música y los viajes, y estaban frescos en sus carreras: Bodi como periodista de viajes y Bertram como músico. Después de terminar el trabajo, Bertram invitó a Bodi a unirse a él para una cena tardía. La atracción instantánea que sentían el uno por el otro se hizo evidente, y así comenzó su historia de amor, iniciada con un acto simple de bondad absoluta.
