Bill Maher y Thi Lieu se conocieron en una cafetería de Nueva York. Ambos esperaban en la fila para pedir su café y, sin darse cuenta, empezaron a hablar. Thi estaba leyendo un libro sobre política y Bill, al verlo, empezó a hacer comentarios sobre el tema. Thi se sorprendió por la cantidad de conocimiento que Bill tenía sobre el tema y empezaron a debatir. La conversación fue tan interesante que olvidaron pedir sus cafés. Decidieron sentarse juntos y seguir hablando sobre política, religión y filosofía. Se dieron cuenta de que tenían muchas opiniones en común y que disfrutaban de la discusión. Desde entonces, se convirtieron en amigos y se reunían regularmente para debatir y conversar. Bill incluso invitó a Thi a su programa de televisión para discutir algunos temas de actualidad. A partir de ese momento, su amistad se hizo más cercana y siempre se admiraron mutuamente por su inteligencia y pasión por la vida.