Chris Evans-Disc-Jockey y Billie Piper se conocieron por casualidad en una exclusiva fiesta privada en Los Ángeles. Ambos estaban disfrutando de la música y del ambiente, cuando Chris se acercó a Billie para preguntarle por la canción que estaba sonando en ese momento. Después de charlar un rato sobre música, Chris y Billie se dieron cuenta de que tenían otros intereses en común, como el cine y las series de televisión. Así que decidieron continuar la conversación en una mesa apartada, donde pudieran hablar con más tranquilidad. Mientras seguían conversando, se dieron cuenta de que habían trabajado en proyectos similares en el pasado, pero nunca habían tenido la oportunidad de conocerse. Chris invitó a Billie a un café para discutir posibles colaboraciones en el futuro. Desde ese día, su amistad floreció y comenzaron a trabajar juntos en varios proyectos en la industria del entretenimiento.