Mientras Bodi y Sylvie paseaban por el parque, se toparon con Viktor y Vereb. Viktor, un apasionado de la música, se acercó para pedirles su opinión sobre la canción que acababa de escribir. Mientras tanto, Vereb, el perro de Viktor, se unió al juego de Bodi y Sylvie. Al escuchar la música de Viktor, Bodi y Sylvie se quedaron impresionados y le pidieron que toque más canciones. Viktor aceptó, y los cuatro siguieron caminando juntos por el parque, cantando y divirtiéndose. Desde ese día, han sido amigos inseparables, y han compartido muchas aventuras juntos. Bodi y Sylvie han ayudado a Viktor a lanzar su carrera musical, y Vereb siempre está ahí para animarlos. Ahora, su amistad es legendario en el parque, y todos los animales que los conocen hablan maravillas de ellos. Aunque son muy diferentes entre sí, Bodi, Sylvie, Viktor, y Vereb demuestran que la verdadera amistad no conoce fronteras.
